Situada en pleno centro de Andorra, esta vivienda fue un lienzo en blanco para acoger a Julia y Frances y su pequeña Eli. Con orientación Noroeste y vistas a la montaña, creamos un oasis de equilibrio en medio de la ciudad con una luz que inunda todo el salón, comedor y la cocina. Estos tres espacios son el centro vital de la vivienda, mientras que los baños, con sus paredes de cemento, colores tierra e iluminación de led oculta, nos llevan a un relax absoluto.